Desde 1973, IMPEXA ha ayudado a una cantidad importante de grandes y pequeñas industrias a elegir, importar, instalar, poner en marcha y mantener adecuadamente todo tipo de equipos, maquinaria y recambios, seleccionados a la medida de cada cliente y de cada objetivo entre lo mejor del mercado nacional e internacional. Hoy, gracias a todos y cada uno de ellos, IMPEXA afronta el reto del futuro con la mejor de las garantías: la que proporcionan su permanente confianza y su fidelidad y nuestro sólido prestigio en el campo de la siderurgia, la energía, la minería, la química y la industria auxiliar.
Para mantener su competitividad ante los desafíos del futuro (nuevos mercados, nuevas demandas, nuevos materiales, nuevas tecnologías…) hace tiempo que las empresas de nuestro sector industrial -desde el pequeño taller hasta la gran corporación- han iniciado y asumido un proceso que no tiene vuelta atrás y que tiende a acelerarse en progresión geométrica: la actualización de sus recursos tecnológicos. Una dinámica que exige, casi siempre, el continuo reciclaje de los modos de trabajo y, naturalmente, un duro esfuerzo económico. Es el precio a pagar -nunca mejor dicho- por mantenerse en el primer vagón europeo.
Pero en este escenario se está viviendo, además una paradoja coyuntural cuyos efectos no conviene desdeñar. Inmersos plenamente en la sociedad de la información, hemos realizado aquel viejo sueño de la aldea global, en la que podemos contactar virtualmente con personas, instituciones y empresas de todo el mundo y, con un simple golpe de ratón, acceder a un catálogo infinito de ideas, servicios y productos. Pero, y ésta es la paradoja, el volumen de información disponible es tal que el problema es ahora cómo seleccionarla, ordenarla y hacer uso de ella para resolver necesidades reales en nuestra empresa.
Por esta razón, y con llamativa frecuencia cuando una compañía industrial inicia el proceso de adquisición de nuevos equipos o maquinaria -especialmente cuando éstos son muy sofisticados y caros- la toma de decisiones (qué producto adquirir, con qué configuración, en qué país, a qué proveedor, con qué tipo de financiación…) puede llegar a convertirse en un exasperante laberinto, lleno de sendas que se bifurcan y callejones sin salida…
¿Por qué complicarse?
Es en éstos casos cuando resulta más valiosa la asesoría de auténticos expertos en equipamientos y maquinaria industrial¿, personas con amplia experiencia y conocimientos acerca de las necesidades más específicas de nuestra industria y de las opciones que ofrece el mercado mundial para cubrirlas con las máximas garantías y con el coste más bajo posible.
Y eso es, precisamente lo que hacemos en IMPEXA desde hace casi 40 años:
Ayudar a las Empresas a Acertar Siempre.